TECNOLOGÍA Y EDUCACIÓN: 4 DE CADA 10 ARGENTINOS NO TIENEN COMPUTADORA
En los últimos tiempos se ha hablado mucho de la revolución tecnológica provocada por la Era de Acuario como la denomina la astrología. Esoterismo aparte, es real el avance inminente del uso de recursos innovadores en todas las áreas de la vida cotidiana, pero es incomprensible que 4 de cada 10 argentinos no cuente con una computadora. En este caso, es importante hacer un paréntesis frente a su aplicación ineficiente en la educación.
Durante el
año 2020, en medio de la pandemia mundial, se incorporó el uso de las TICs para
continuar con las clases impartidas en diferentes instituciones educativas. De
esta manera, se pudo recrear la clase presencial al estudiar en línea desde un
dispositivo inteligente como smartphone, tablet o notebook. Esta alternativa también
ofrecía adaptar el tiempo y lugar de estudio más allá de los clásicos límites
del edificio escolar.
Pero no todo fue color de rosas. A partir de
un informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
(INDEC), la tecnología está presente en los hogares argentinos especialmente a
través del celular, pero sólo el 64 % tiene acceso a una computadora. Mientras
que la conectividad a Internet ronda el 90 % a nivel nacional en los
principales conglomerados urbanos. Dato no menor este último, teniendo en
cuenta la dificultad de conexión en el ámbito rural.
En un informe publicado por el Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación se destaca que el 45 % de la
población rural no posee acceso a Internet. Esto se debe sobre todo al problema
de instalación, ausencia de infraestructura de acceso e, incluso, de suministro
eléctrico.
Por su parte, los estudiantes de diferentes
niveles y modalidades argumentaron la imposibilidad de llevar adelante un
cursado continuo y sostenido por contar, en muchas ocasiones, con un sólo
dispositivo tecnológico en el hogar. Siguiendo lo expuesto en las estadísticas,
se verifica que quienes viven en zonas alejadas al casco céntrico, han tenido
más dificultades para estudiar. Además de la falta de contacto con sus
compañeros para un trabajo colaborativo, lamentan la ausencia de interacción
directa con el docente porque no se comprenden los saberes con la misma
facilidad. Así se demuestra otra vez que la tecnología no puede suplantar la
relación que se entabla entre los humanos.
Pero
volviendo a la problemática de acceso a la tecnología, es una contradicción
total en relación a la globalización de las telecomunicaciones que impacta
directamente en la dificultad o incapacidad de los estudiantes para acceder al
derecho universal de la educación.
Comentarios
Publicar un comentario